Hola de nuevo, aquí tu asesora sobre psicología de la inversión.
Por qué no vemos nuestros sesgos
Ya hemos hablado en varias Newsletters de los sesgos psicológicos y de por qué somos ciegos a ellos. Porque a pesar de todo lo que se ha hablado de ello, las listas de control que nos hemos hecho y el conocimiento que tenemos, seguimos cayendo una y otra vez. Por ese motivo, a lo ya explicado habría que añadir algunas matizaciones.
Una es que somos ciegos a los sesgos. Forman parte de nuestro modo de pensar de una manera tan profunda que ni nos damos cuenta de cuando los estamos teniendo. Es como cuando estamos delante de una ilusión óptica y aunque sabemos que lo es, no podemos evitar seguir viéndola.
Una sencilla: ¿Cuál de las dos figuras es más grande?
Ya te imaginarás que son iguales. Pero por mucho que lo sepas, tu cerebro seguirá viendo más grande la B. Incluso es posible que no me creas. Esta ilusión óptica fue descubierta por el psicólogo estadounidense Joseph Jastrow , por si quieres indagar más sobre el tema.
Y la otra razón por la que no vemos nuestros sesgos es porque intervienen nuestros neurotransmisores. Y ahí empieza a complicarse todo.
Cómo funcionan nuestros neurotransmisores
Sólo un breve apunte sobre el tema para contextualizar el resto. Los neurotransmisores son sustancias químicas que facilitan la comunicación entre nuestras neuronas. Hay muchos de ellos pero hoy nos vamos a ocupar de estos dos, dopamina y serotonina.
Versión sencilla de cómo funcionan:
Dopamina: nos da sensación de subidón y alegría. Es efímera, dura poco tiempo el efecto.
Serotonina: nos da sensación de bienestar y felicidad. Es una sensación más sostenida en el tiempo
Qué tiene que ver esto con la inversión
Ganar dinero aumenta los niveles de dopamina. Y de qué manera. Todos nuestros circuitos cerebrales de recompensa, que funcionan a base de dopamina, se ponen a mil. Y cuanto más ganemos y de manera más inesperada, más fuerte es la reacción. Es lo que experimentan los inversores intradía y los swing traders cada vez que aciertan y se llevan un buen pellizco. Por el contrario, cuando pierden, se les activan dos estructuras cerebrales, la amígdala y la ínsula . Esas dos estructuras, no están ahí para hacernos sentir mal cuando perdemos dinero sino para hacernos sobrevivir. Nos producen miedo, dolor y sensaciones desagradables. Por eso es tan doloroso perder. Estamos programados para ello.
Pero hoy no quiero hacer hincapié en cuando nos sentimos mal sino en el enganche que produce sentirse bien. Porque la dopamina es sumamente adictiva. Está en la base de todos nuestros comportamientos adictivos o “casi” adictivos. Y es una sensación muy muy placentera, no nos engañemos. Pero no da felicidad a medio y largo plazo.
Como se opera bajo la dopamina
Hay dos momentos en que nuestros sesgos cognitivos se exacerban: cuando perdemos y cuando estamos bajo los efectos de la dopamina. Ya os he dicho que hoy no voy a hablar de perdidas sino de ganancias. Así que al lío. Operar bajo la dopamina es hacerlo con el cerebro cargado de autoconfianza e impulsividad. Para hacer un símil conocido, es ir de lobo de Wall Street. ¿Recordáis, no?
Ganas y quieres ganar más, por lo tanto subes la apuesta y arriesgas más. Y malo si te equivocas, pero tal vez peor si aciertas. Porque el “chute” de dopamina va a ser inmenso. Te vas a sentir el p*** amo. Vas a empezar a hacer inversiones cada vez más arriesgadas. Y si estás ganando dinero, ya sabéis el pack: coches lujosos, fiestas, etc. No todo el mundo es así obviamente, pero es fácil caer en eso. Porque todo eso también sube la dopamina (el placer rápido y efímero) y cuanto más tienes más quieres. Nuestro cerebro bajo los efectos de la dopamina es insaciable.
Por eso hay tantas películas y series sobre los “triunfadores dopaminérgicos”. Son muy peliculeros, dan juego y a menudo son antihéroes: vemos su auge y su caída. Porque si no sales del círculo de la dopamina, acabarás cayendo. Eso no falla.
Como se opera bajo la serotonina
Películas sobre inversores serotoninérgicos no hay. Si algunos documentales, pero no son del estilo hollywoodiense. No tienen vidas espectaculares visualmente, ni cochazos, ni aviones privados, ni ese tipo de cosas. Son inversores más del estilo Warren Buffet, que no especula con lo que no conoce, vive de una manera sencilla y no necesita muestra externas de status para ser feliz. Me lo imagino como un tipo feliz y tranquilo. Lo suyo es la serotonina.
Y no tengo nada en contra de los coches o cualquier otro lujo. Sólo te digo que esas cosas aumentan la dopamina y lo que da la felicidad duradera es la serotonina. Y que está bien que alguna vez hagas cosas que aumenten la dopamina, es divertido y placentero. Pero si quieres ser un buen inversor no puedes ir “hasta las trancas” de dopamina porque la acabarás liando. No hay quien controle los sesgos ni quien siga un plan preestablecido hasta las cejas de dopamina. Es incompatible.
Así que mi consejo es que controles los “subidones” y te vuelvas más “zen”. Eso te abre la puerta a ser más consciente de esos sesgos y a poderte ceñir a tu plan preestablecido. Y a medio y largo plazo, ganar más dinero. Palabra de psicóloga.
Se me ha ocurrido que igual podríamos debatir de estos temas, de nuestros errores, dudas etc. en un grupo de Telegram. Os dejo el link y entre todos vemos cómo evoluciona. Con vuestro feedback podría ajustarme más a hablar de lo que realmente os interese de este tema. Hoy os desvelo en el grupo también el truco de la ilusión óptica, como aperitivo. El link para unirse al grupo aquí.
Y si tienes dudas de cómo aplicar estas y otras estrategias en tu caso puedes contratar mis servicios de Coaching para inversores.
Me despido aquí y no olvides que todo esto va de que mejores tu economía y de que el dinero sea un medio y no un fin en sí mismo, un medio para tener la vida que deseas.
Si te ha gustado comparte! Quizás le estás cambiando la vida a alguien!
Mertxe Pasamontes
Psicóloga de Wall Street
fantástica newsletter. enhorabuena