Hola de nuevo, aquí tu asesora sobre psicología de la inversión.
Por muy bien que quieras hacer tus inversiones, estas no irán demasiado bien si no conoces el sistema operativo sobre el que trabajas. Y ese sistema operativo sobre el que corren todo el resto de programas, lo componen tu mente y tu personalidad.
Conocerse a uno mismo no es un capricho, es una necesidad. Si no lo haces no accionas, reaccionas. Sin la conciencia (awareness), la conciencia de si mismo (self awaraness) y el autoconocimiento eres como un robot que funciona en piloto automático. Haces las cosas pero no sabes por qué. O peor aún, te crees que lo sabes pero no es cierto. Es el mismo automatismo el que te hace tener esa falsa seguridad.
Nuestros límites mentales
Ya os he comentado otras veces que nuestro funcionamiento mental está lleno de sesgos por mucho que queramos tratar de evitarlos. Y además estamos rodeados de trampas que alimentan nuestros sesgos. Desde la manera en que están dispuestos los productos en un supermercado a el modo en que nos anuncian todo tipo de productos para crear en nosotros sensación de urgencia, o de necesidad, o de no querer dejar escapar una oportunidad, o de estar haciendo un “buen negocio”. Y en el tema de las inversiones pasa exactamente lo mismo.
Porque además nuestra contabilidad mental es más bien pésima, hacemos compartimentos con los gastos e inversiones y muchas veces hacemos cosas “tontas” como querer recuperar el dinero del mismo modo que lo hemos perdido. Porque no soportamos perder. Y aceptar los llamados costes hundidos, nos cuesta un mundo. Ya sabéis lo que son, pero os lo recuerdo: ese dinero que se perdió por una decisión errónea y que por mucho que quieras no va a reaparecer por arte de magia. Ni por análisis técnico, fundamental o lo que sea. No está. Se esfumó. Acéptalo y pasa página.
Lo que puedes saber de ti mismo
Y uno de los grandes sesgos, tal vez el más frecuente y a la vez ignorado es el límite que tiene tu autoconocimiento si no trabajas seriamente en él. Porque por muy bien que te creas que te conoces, amigo mío lo siento pero no es así. Nuestro cerebro es un gran mago en ocultarnos a nosotros mismos nuestras motivaciones más profundas y parte de quien somos. Él (esa parte inconsciente altamente desconocida) se encarga de tomar las decisiones y tu yo (quien tú crees que controla), ejecuta. Y en principio, todos tan contentos. Pero a veces las cosas crujen. Y es entonces cuando es conveniente conocer la Ventana de Johari:
Vamos a analizar brevemente estos cuatro cuadrantes:
– Área abierta: Lo que yo sé de mi y los demás saben. Esta es el área pública y no ofrece demasiados problemas, si tienes una conducta que te desagrada y a los demás también, al ser consciente puedes tratar de cambiarla. Dependiendo de qué comportamiento sea te será más fácil hacerlo solo o necesitarás ayuda externa. Pero por lo menos sabes cuál es el problema. Otra cosa es que sepas cómo ponerle solución, pero sabes a qué te enfrentas. Si yo sé que soy impulsivo a la hora de comprar o vender y los demás lo saben, sabemos a qué nos enfrentamos. Otra cosa es que sepas cómo ponerle remedio, pero sabes cuál es el punto a tratar. Unas pocas sesiones de coaching y asunto arreglado.
– Área oculta: Lo que yo sé de mi y los demás no saben. Esta es un área de intimidad. Es posible que algunas de estas cosas no las sepa ni tu pareja o las personas de mayor confianza. Si no te da ningún problema, no tienes por qué hacer nada con esto. Cuando sí que te da problemas es de los aspectos que se pueden tratar en sesiones de terapia, ya que el psicólogo te ofrece un espacio de confianza y confidencialidad, para poder tratar esos aspectos íntimos y privados. Si los intentas tratar tú contigo mismo, es muy fácil que caigas en las mismas trampas que normalmente te tiendes. Que te justifiques (eso lo hacemos muy bien) y eso continúe siendo un problema sin resolver. Aquí no voy a dar ejemplos, pero cada uno sabe de qué estoy hablando.
– Área ciega: Lo que los demás saben y yo no sé. Aquí encontramos uno de los límites de lo que puedes saber de ti mismo sin una mirada externa. Aquí necesitarás de manera imprescindible la ayuda de otros. Pueden servirte de referencia los comentarios de personas cercanas y de confianza, pero según que temas es mucho mejor tratarlos con un profesional que con un amigo. Y ese profesional puede también «ver» cosas o ayudarte a «ver» cosas que no veías hasta ese momento. Un buen inversor no puede dejar este flanco descubierto. Muchos errores pueden estar colándose por aquí cuando serían fácilmente reconocibles. Es un lugar que a veces “escuece”. Pero mejor pasar una “escocedura” que quedarte tieso como un bacalao por una mala inversión. Por poner un ejemplo, a lo mejor los que te conocen se dan cuenta de que pecas de exceso de confianza, pero tú no lo ves. Eso te puede meter un muchos líos. Infinitos.
– Área desconocida: Lo que yo no sé y los demás no saben. En este caso estamos en el terreno del inconsciente, de las «motivaciones» y razones ocultas. Es un trabajo en el que si quieres entrar seguro que necesitarás un profesional pues hay que entrar en áreas que suelen permanecer ocultas a tu conciencia. Requiere ganas de querer explorar más en ti mismo. Puede ser muy útil y gratificante pues puedes descubrir resortes internos que no sabías que tenías y que es posible que te estén jugando malas pasadas. Es bucear de verdad es tus verdaderas motivaciones. Y no hay que tenerlo miedo pues lo que hay ahí dentro te va a ayudar a alienar mejor quién eres con quién quieres ser. Es un área apasionante.
¿Me estás diciendo que acuda a terapia o coaching?
Si y no. Te estoy avisando de las áreas que no conoces de ti y que difícilmente conocerás sin ayuda. Quizás a ti ya te vaya bien así o ese trabajo ya lo hayas realizado. pero cuando hablamos (y lo hacemos) de gurús de la inversión a los que se les ha subido el “ego” de lo que estamos hablando es de esto: de personas que creen que no necesitan esa ayuda, que su sesgo de confianza les hace creer que están en lo cierto, que no dudan de sí mismos, de su visión, de sus motivaciones. Que igual no conocen sus verdaderos temores, o su necesidad de aprobación o de sentirse importantes. Puede ser cualquier cosa. Pero la última realidad es que la suma de todo eso les está haciendo perder dinero. A ellos y a aquellos a los que asesoran. ¿Qué es mejor, cepillar tu ego o ganar dinero? ¿Por qué crees que en la serie Billions tiene un papel tan importante la psicóloga? Porque su objetivo es forrarse y no andar con pavadas de “is qui yi puedi hacerli todo soli” (ponle el tonito tú mismo) .
Y si tienes dudas de cómo aplicar estas y otras estrategias en tu caso puedes contratar mis servicios de Coaching para inversores.
Me despido aquí y no olvides que todo esto va de que mejores tu economía y de que el dinero sea un medio y no un fin en sí mismo, un medio para tener la vida que deseas.
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Mertxe Pasamontes
Psicóloga de Wall Street